Estaba mortalmente aburrida y no sabía que hacer, llevaba paseando por el sexto piso y sabía que había pasado dos veces por el mismo lugar. Suspiré aburrida, necesitaba un lugar donde tocar guitarra o algo. Cuándo era la tercera vez, en la pared se abrió una puerta gigante, abrí mis ojos sorprendida y me acerqué a la puerta sin saber si abrirla o no.