Love hurts, but sometimes it's a good hurt ♪

No tiene ni la más mínima idea de qué demonios hace allí, pero tampoco tiene ganas de irse. Allí está obteniendo la tranquilidad que en los pasillos no encuentra. Se pasea por el salón, deteniéndose en algunos trofeos especiales, en algunos nombres conocidos.

Da un pequeño gritito cuando la siente detrás, haciéndole cosquillas. -¡Roxy! -se queja, niña, sacándole la lengua cuando por fin la suelta. -Nada, sólo.. recordaba esto -se encoge de hombros, señalando las estanterías con los trofeos, con su vista fija en uno ganado por su abuelo.

Se mordisquea el labio inferior inconcientemente, asintiendo a lo que ella le pregunta. No había conocido a su abuelo, pero sabía demasiado de él. -James algún día lo logrará.. -comenta, no muy segura de aquello. Quería a su hermano mayor, y tenía fe en él, pero aún le faltaba para eso.

Ríe entre dientes al escucharla, volteándose hacia ella con delicadeza. -No aún. Recién comienzan las clases, asi que aún no he planeado nada -le cuenta con tranquilidad, como si hablaran del estado del tiempo.

-Eres terrible.. -comenta, negando dramáticamente con la cabeza, buena actriz. -Ya, yo también no veo la hora en la que pueda usar nuevamente mi bate -acota sincera, sonriendo de lado, travieza.

-Al padecerá muchas de las mías este año -musita con recentimiento, distráida en sus pensamientos.

-Sólo se comporta como un idiota -responde, encogiéndose de hombros. Ella no se metía en las cosas de su hermano, nunca.

-Eso espero -murmura entre dientes, encogiéndose de hombros. Lo único que ella quería ahora, era ver a su primo Hugo, realmente lo necesitaba.

-Tranquila, que no lo hare -musita sincera, esbozando una sonrisa simple, niña.